Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

El liderazgo que trasciende no proviene de un ostentoso cargo, sino de las características del líder y de su forma de transmitirlas a sus seguidores. Un expresidente digno de imitar.

Obama

El presidente de los Estados Unidos ha sido considerado durante muchos años la persona más poderosa del mundo, pues tiene a su mando la economía más fuerte y el arsenal militar más vigoroso del planeta. Sin embargo, al culminar su periodo presidencial, muchos de los que han ostentado este cargo quedan encasillados en el recuerdo de sus acciones (u omisiones) de Gobierno. Una de las excepciones a esta regla es el expresidente Barack Obama, quien gracias a su talante y visión ha logrado conectar con personas de diferentes razas y nacionalidades, incluso después de sus dos mandatos. Hoy, es considerado uno de los hombres más influyentes del mundo. Veamos por qué;

1. Es carismático

Sin importar su creencia, etnia o condición social, ha logrado llegar a muchas audiencias del mundo. Para 2012, la BBC, uno de los medios más importantes del mundo titulaba: ‘Barack Obama, el carisma que pudo más que la crisis’, evidenciando la capacidad que tuvo de conservar su capital relacional y atraer multitudes, a pesar de las condiciones en las que estaba el país después de su primer periodo presidencial.

Al expresidente siempre se le vio sonriente y entusiasta en la mayoría de sus actos públicos y fue y sigue siendo muy empático al conceder entrevistas a reconocidos medios de comunicación, incluso los de farándula.

2. Se proyecta e invita a que otros se proyecten

El discurso del expresidente estuvo centrado, en varias oportunidades, en animar y animarse a construir un futuro no solamente individual sino colectivo. Una de sus frases más recordadas es: “Vemos el futuro no como algo fuera de nuestro control, sino como algo a lo que podemos dar forma para alcanzar algo mejor a través de un esfuerzo concentrado y colectivo”.

En varias ocasiones, Obama llamó a las personas a construir el futuro; jamás se atemorizó ante él, aún en las peores circunstancias de su nación.

3. Es optimista y pacificador

Barack Obama se convirtió en un referente de unificación, no solo para los estadounidenses, sino para todo el mundo; siendo el hombre más poderoso sobre la tierra en su momento, llenó de optimismo a sus seguidores, tanto que sus palabras, sumadas a sus acciones, le merecieron el Premio Nobel de la Paz en 2009.

Hoy, coherente con sus discurso de aquel entonces, sigue promoviendo los mismos valores.

 4. Entiende el valor de la familia

Al expresidente Obama se le ha visto siempre como un hombre enfocado en su esposa e hijas. No en vano aseguró en más de una oportunidad: “No sería el hombre que soy hoy sin la mujer que aceptó casarse conmigo hace 20 años”.

Esta clase de afirmaciones lo ha posicionado como un líder cercano y respetuoso, que reconoce la importancia de la familia no solo en el desarrollo individual, sino a la hora de liderar la nación más importante del mundo.

5. Sabe expresar sus emociones

Este, que parece un rasgo común, es muy difícil de hallar en los cargos directivos. En muchas ocasiones, por ejemplo, vimos al hombre más poderoso de la tierra llorando, una señal de humildad y de humanidad, puesto que no todo se puede tener bajo control. Así mismo, en uno de sus mejores momentos, el evento de posesión de su segundo mandato, cerró su discurso reconociendo las limitaciones de su capacidad humana para gobernar e invocó la ayuda de un poder superior: “Que Dios me ayude”.

Otro de las postales imborrables que nos dejó el exmandatario fue durante una cena de Día de Acción de Gracias, cuando, con camisa remangada, les sirvió a personas de escasos recursos en un comedor comunitario.

 

Sin duda, los líderes que deseen trascender más allá del poder momentáneo que da un cargo, deben interiorizar esta clase de conductas y ponerlas en práctica en su ejercicio diario. Tal vez no serán los speakers mejores pagados del mundo, pero podrán llevar un mensaje contundente a otros y transformar entornos y realidades.

 

Rodrigo Zárate
Decano Facultad de Administración, Finanzas y Ciencias Económicas
Profesor del Doctorado en Gestión
Universidad EAN

Compartir post