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Como humanidad nos encontramos viviendo una crisis multidimensional que dificulta las maneras de abordarla, pero también invita a innovar. Las organizaciones juegan un rol indispensable en este proceso de tránsito, pues tienen una capacidad transformadora tanto en dimensiones sociales, culturales, económicas y ambientales.

Las organizaciones pueden encontrar inspiración para crear caminos de tránsito al cuestionarlo todo, incluso lo que se muestra como natural, cotidiano. Cuestionar desde por qué vestimos de la manera en que lo hacemos, qué impactos genera el proceso de producción y distribución, qué ocurre una vez desechamos las prendas y cómo se vive esta dinámica desde nuestras organizaciones.

La vestimenta está catalogada como una necesidad primaria y es algo común entre los seres humanos. ¿Cómo podríamos hacer de esta necesidad común un espacio de tránsito? La adopción de la moda sostenible por parte de todas las organizaciones es una necesidad imperativa en nuestro contexto actual, especialmente en el auge de la moda rápida “fast fashion”, que ha contribuido significativamente a la degradación del ambiente y la creación de condiciones laborales precarias alrededor del mundo.

Al migrar hacia la moda sostenible, las empresas empiezan a comprometerse con prácticas de producción éticas, el uso de materiales reciclados, y la promoción de una cultura de consumo responsable. Está transición no solo mitigará el impacto negativo de la industria de la moda, sino que fortalecerá la reputación y la conexión con los consumidores.

Los trueques se presentan como una innovadora estrategia para reducir el consumo desmedido de la moda rápida, estás prácticas de intercambio de prendas usadas o poco utilizadas fomentan la creación de comunidades en el lugar de trabajo, y permiten que las personas den una segunda oportunidad a su ropa, evitando su impacto negativo en un ecosistema.

La implementación de códigos de vestimenta flexibles, que permitan a los colaboradores usar prendas diferentes a las tradicionales, junto con la promoción de una moda minimalista, donde se priorice la calidad sobre la cantidad, contribuyen a reducir la compra impulsiva y el desperdicio.  

Fomentar el reciclaje de la ropa y la donación de prendas en buen estado también es fundamental para cerrar el ciclo de uso de la moda. Al establecer alianzas con marcas de moda sostenible y proporcionar incentivos para la compra de productos ecológicos, las organizaciones pueden liderar el cambio hacia una industria más responsable y consciente.

La sostenibilidad es un proceso creativo e innovador que cobra sentido y se encarna de maneras diferentes en cada contexto, en cada organización. Al colocarnos los lentes de la sostenibilidad, un sinfín de oportunidades emergen, sin importar si ya tienen antecedentes o si han sido experimentadas o no por otras organizaciones, se debe asumir la posibilidad de crear caminos de transición a partir de ellas.

A propósito del tema, desde el 26 de julio al 4 de agosto de 2023, la Universidad Ean se convertirá en el epicentro del Ean Fashion Week, un evento dedicado a la moda sostenible, con un enfoque en el uso de materiales reciclados y la reducción del desperdicio textil ¡Te esperamos para disfrutar de una semana llena de inspiración y compromiso por un futuro más consciente y sostenible!

Escrito por: Julián David Antorveza, profesional en Gestión Ambiental y María Cristina Rodríguez Villera, Coordinadora de Sostenibilidad.

Universidad Ean

 

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