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Con los incrementos en los precios del pasaje de TransMilenio y de la gasolina, andar a pie o en bicicleta comienza a ser una interesante alternativa. El bolsillo de los bogotanos ya empieza a resentirse.

Alzas TransMilenio y gasolina

 

Se empieza a esfumar la sensación de alegría que nos dejó la noticia del incremento “histórico” que tuvo el salario mínimo entre 2018 y 2019. Para el ciudadano de a pie, no el que tiene la posibilidad de ir al club el fin de semana, ese 6% va perdiendo su valor poco a poco.

El aumento en los precios de los productos, en la mayoría de los casos, puede pasar desapercibido; de hecho, solo nos damos cuenta cuando establecemos diferencias en lapsos superiores a un mes.

En este sentido, uno de los rubros que cada 30 días genera polémica, y cuyo impacto dimensionamos solamente cuando lo comparamos anualmente, es el de los combustibles. Este aumentó, entre diciembre de 2017 y diciembre de 2018, según el DANE, más del 7%, cifra superior al promocionado 6%.

 

“En muchas ocasiones, solo nos damos cuenta del aumento de los precios cuando establecemos diferencias en lapsos superiores a un mes”

 

Y es a partir de este incremento que se explica el aumento de gran parte de los productos de la canasta familiar. Si sube la gasolina, sube el transporte y, por lo mismo, en la tienda, en la panadería o en la fama cualquier variación en los precios tiene su justificación.

Si usted tiene su vehículo, y acorde con los estándares que se manejan actualmente rueda 1.000 km. al mes, el gasto adicional, exclusivamente por gasolina, sería de cerca de $20.000.

Pero si usted, como la mayoría de personas de este país, hace uso del transporte público, también está recibiendo un gran golpe al bolsillo.

Desde el pasado sábado, el costo del pasaje en Transmilenio en Bogotá subió $100, cifra cercana al 5% y muy superior al valor de la inflación informada para 2018, la cual fue apenas del 3,18%. En este caso, el aumento tiene su argumentación en que el subsidio de transporte subió el 10%, llegando a $97.032.

Definitivamente, Las cuentas no cuadran y el subsidio no cubre los gastos de desplazamiento de una persona común y corriente.

 

“Quienes usan el transporte público están recibiendo un gran golpe al bolsillo y el subsidio no cubre el costo mensual de desplazamiento”

 

Trabajando de lunes a sábado, jornada común en nuestra sociedad, una persona debe desplazarse entre su hogar y su lugar de trabajo 52 veces (26 días, dos veces al día); si toma el Transmilenio y hace tan solo un trasbordo, el valor de cada trayecto será de $2.600 ($2.400 del articulado y $200 del trasbordo), lo cual hace un total de $135.200 al mes, casi $40.000 más de lo que recibe para ser usado en este rubro del presupuesto familiar y casi el 5% del salario mínimo.

Tan solo por cuenta de gasolina y transporte, ya vemos cómo nuestras finanzas se ven afectadas; y si además tenemos en cuenta otros incrementos presentados en 2018 tales como energía (8,82%), acueducto y alcantarillado (6,56%) más los proyectados para 2019, como colegios, (7,2% es lo aprobado), debemos prepararnos, pues el panorama no es alentador.

Así las cosas, con los incrementos en los costos de la gasolina y del transporte, solo hay una forma de ahorrar: compre su ‘cicla’, haga deporte y, de paso, contribuya con el medio ambiente. De lo contrario, aliste la billetera.

 

Omar Alonso Patiño
Director Departamento de Gestión y Organizaciones
Profesor pregrado en Administración de Empresas
Universidad EAN

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