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Por: Rodrigo Cortés.

 

A poco tiempo de comenzar un nuevo año, quiero hablar sobre las tendencias digitales que vienen. El 2020 arranca una nueva temporada cada vez más conectada y sumergida en lo digital, por lo que debemos estar preparados y conocer qué será lo que marcará la siguiente década.

Sin duda, el cambio climático y la concientización acerca de la forma en que consumimos los recursos naturales en un planeta sobrepoblado han tomado relevancia a nivel global; es por esto que la tecnología también se pone al servicio del entorno y ya no únicamente del ser humano. Los combustibles fósiles pasan a un segundo plano y es la Inteligencia Artificial (IA) la que llega a influir de manera transversal los últimos desarrollos de diversas índoles. 

Un gran ejemplo es el prototipo Woven City de Toyota en los alrededores del monte Fuji en Japón. Dentro del terreno de 70 Ha habrá un laboratorio experimental de tecnologías del futuro que incluirá vehículos de movimiento autónomo que funcionan con celdas de combustible de hidrógeno, robots, hogares inteligentes y nuevas formas de movilidad personal.

Estos avances tecnológicos no sólo reflejan el avance de las capacidades científicas humanas, también, permiten imaginar hacia dónde se dirige el futuro de la especie y cómo se movilizará en su entorno. Lo anterior de manera literal; pues los automóviles fueron grandes protagonistas durante esta jornada que tuvo lugar en Nevada, Estados Unidos.

 

En el CES se presentaron modelos automovilísticos ideados por marcas como Mercedes y Mazda que aspiran a que estos puedan llegar a detenerse ante cualquier presencia humana, también usando sensores visuales a través de algoritmos o prototipos de vehículos aéreos ideados por Hyundai y Uber que se proyectan a funcionar en tres años y que, seguramente, irán más allá de todas las expectativas cuando sean tangibles y experimentales.

 

Otras funciones presentadas fueron la motorización eléctrica, el reabastecimiento solar de energía y la novedosa desaparición de elementos anteriormente esenciales como el volante y los pedales. Adicionalmente a lo funcional, los automóviles se visualizan a su vez como un dispositivo multimedia, que en red 5G, podrá recibir o enviar mensajes, realizar transmisiones y ejecutar juegos para el entretenimiento de los pasajes, transformando en fondo y forma la manera de viajar.

 

Es inevitable considerar que la tecnología se convierte en un vehículo que continúa contribuyendo a la movilidad y a las problemáticas de las grandes ciudades. Aplicaciones como Waze que fueron pioneras para crear una comunidad en torno al bienestar de la movilidad, siguen siendo un referente para las innovaciones en materia de aplicaciones que además, buscan crear comunidades visibles y digitales para lograr una mejor convivencia de manera armónica y colaborativa. 

 

Los avances que se están gestando en la mente de científicos e ingenieros, son posibles y más viables si se piensan en colectivo y ya no en la suma de individuos. Un colectivo que habita un espacio inteligente que responde a su estímulo, que consume conscientemente sin agotar lo no renovable y que se moviliza en un automóvil autónomo pero que se relaciona con su entorno.

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