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Colombia ofrece programas de apoyo para empresas en forma de subsidios, financiamiento o beneficios tributarios, que tienen como objetivo fomentar la productividad y competitividad de la economía colombiana, fortalecer el mercado interno y atraer inversión nacional y extranjera.

 

Uno de los principales incentivos son las deducciones tributarias por I+D, establecidas en el 2012 por el Gobierno de Colombia para contribuir al fomento de la innovación, y por extensión, del crecimiento económico a largo plazo y de la creación de empleo.

Este incentivo permite a las empresas con inversiones en proyectos calificados “de investigación y desarrollo tecnológico”, según los criterios y las condiciones definidas por el Consejo Nacional de Beneficios Tributarios en Ciencia, Tecnología e Innovación –CNBT–, que deduzcan de su renta, el ciento setenta y cinco por ciento (175%) del valor invertido en dichos proyectos, sin que pueda exceder del cuarenta por ciento (40%) de la renta líquida, determinada antes de restar el valor de la inversión.

 

En términos de ahorro fiscal, esto supone la recuperación de un 18,75% de la inversión realizada en un proyecto de investigación y desarrollo, lo que supone un incentivo para aquellas empresas que piensen en Colombia para instalar sus Centros de I+D.

En Colombia, a diferencia de la mayoría de países donde existe este incentivo, el Gobierno establece anualmente un cupo máximo de deducciones tributarias por inversiones en investigación y desarrollo para todas las empresas del país. Este cupo no se ha llegado a alcanzar en los 3 años de vigencia del incentivo mediante convocatoria, lo que pone de manifiesto el escaso grado de utilización del incentivo.

 

La explicación de esta baja utilización hay que buscarla principalmente en el desconocimiento del incentivo por parte de las empresas, así como en la elevada carga de trabajo y la complejidad que supone solicitarlo.

 

El procedimiento para poder obtener estas deducciones es muy exigente (participación de un centro o grupo reconocido de I+D como supervisor, convocatoria en concurrencia competitiva por parte de Colciencias, …), requiere conocer los criterios de calificación técnica de los proyectos de investigación y desarrollo tecnológico, así como una alta especialización técnica y contable para analizar los proyectos, gastos asociados, y redactar los informes técnicos y económicos que justifiquen el proyecto para la utilización del incentivo.

 

En próximos “posts” intentaremos desgranar el funcionamiento de este incentivo para un mayor entendimiento y mejor aprovechamiento.

 

Josep Albert, Atomm.

@JAlbert_Atomm

 

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