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Según datos de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios (SSPD) se estima que los colombianos generamos alrededor de 12 millones de toneladas de basura en un año. Esto quiere decir que cada colombiano produce un promedio de 250 kilos de residuos por año.

 

Muchos de los sitios de disposición final de basuras presentan o han presentado algún tipo de problema que ha conllevado consecuencias sobre nuestros ecosistemas. Los medios de comunicación han mostrado las dificultades que se han generado, en algún momento de su operación, en los rellenos sanitarios de Bogotá, Medellín, Bucaramanga, Cali y Yopal, por mencionar algunos.

 

Si bien la responsabilidad de la deficiencias en la operatividad en los rellenos sanitarios se debe atribuir a los operadores; también es cierto que los gobiernos, entidades descentralizadas del estado y los ciudadanos no tenemos claro que con cada basura que generamos se contribuye, por lo menos indirectamente, a las dificultades que se presentan en los sitios de disposición de residuos sólidos.

 

Las corporaciones autónomas, los municipios, los departamentos y la nación han gastado miles de millones de pesos en educación ambiental. Sin embargo no existe obligatoriedad de crear indicadores que permitan evaluar sus resultados. A la fecha no se puede establecer la capacidad o cantidad de reciclaje que hacen los municipios; salvo en aquellos que por su población y localización de industrias hacen que esta actividad sea medianamente sostenible para ejercer el oficio de reciclador o recuperador.

 

Solo Medellín tiene un plan para recuperar el 90% de las basuras que producen los hogares de esta ciudad. Tienen como meta llevar a relleno sanitario solo el 10% de las basuras generadas. Sin embargo el plazo es muy largo, esta meta esta proyectada a 50 años. Debe abonarse que es la ciudad mas adelantada en esta materia en el país.

 

Pero qué hacer para mitigar la generación de basuras? Presento algunas ideas:

 

1. Legislar para obligar a que los programas de educación ambiental que se contratan desde las entidades públicas presenten resultados concretos; mediciones en cantidad de reciclaje en la fuente por mencionar un ejemplo.

 

2. Reglamentar las temáticas de educación ambiental, para que estos programas no se queden en la charla, en el taller, en la valla o el volante publicitario que por demás termina transformándose en basura.

 

3. Legislar sobre los recipientes de plástico, exigir que estos sean retornables y reutilizables. Los envases de gaseosas, bebidas hidratantes, energizantes y de aceites están llenando, contaminando y colapsando los rellenos sanitarios del país.

 

4. Exigir metas de reciclaje a los colegios, instituciones y a los hogares

 

5. Incluir la educación ambiental como cátedra obligatoria en la reforma a la educación que seguramente tendrá que adelantar el nuevo gobierno nacional.

 

 

Nota. Las anteriores ideas son susceptibles de discusión, son apenas el abrebocas que busca proponer un gran debate sobre la situación y los impactos de los rellenos sanitarios existentes en el país.

 

 

Christian Rodrigo Pérez Gutiérrez

@rodrigo_perez83

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