Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

hadler@stanfordalumni.org

 

Algo sorpresivamente, y de acuerdo con la clasificación que hace la firma Morningstar, en lo corrido de este año a junio 30 los fondos especializados en acciones europeas han subido cerca de 10%. Los de Japón casi 11%, y los de China 9%. Latinoamérica, por su parte, languidece con -9.5%.
 
Por su parte, el índice S&P 500 de grandes empresas norteamericanas lo ha hecho en 3.8%, pero acumula una rentabilidad anual de 18% en los últimos tres años. Y algunos segmentos de ese mercado, como por ejemplo el de empresas de crecimiento y baja capitalización, han alcanzado rendimientos de 8% en lo corrido del año.
 
Mientras tanto, y según informó recientemente El Tiempo, los inversionistas colombianos andan bastante desmotivados con el mercado accionario local tras dos años y medio de pérdidas, y por todos los problemas ampliamente reseñados: Interbolsa, el petróleo, la falta de nuevos emisores, la mayor carga impositiva y la posibilidad de que los dividendos sean gravados.
 
El problema es que una importante proporción de las 600.000 personas que abandonaron la bolsa, según las cuentas que hace Deceval, posiblemente haya lanzado por la borda su idea de implementar un plan adecuado de retiro.
 
Como se insiste en todas las entregas de este blog, la solución es una adecuada diversificación, la cual es imposible de alcanzar para quien se limita a invertir en acciones locales.
 
El hecho es que en la mayoría de períodos, los movimientos de las acciones de los diferentes países, al igual que sucede con los diferentes sectores, tienden a permanecer poco sincronizados.
 
Y como se ha demostrado suficientemente tanto en la academia como en la práctica, aprovechar este factor es de vital importancia para la estabilidad de un portafolio, y fundamental para que un ahorrador no salga despavorido al primer indicio de turbulencia.

Con el bono adicional que es susceptible de ofrecer mayores retornos.
 
La correlación es una medida estadística que permite medir el grado en que un elemento se mueve con respecto a otro. En el tema de inversiones, cualquier correlación inferior al 100% ofrece beneficios de diversificación. Y a menor la correlación, mayor el beneficio.  
 
Es cierto que en épocas de crisis, todo tipo de acciones tiende a caerse al unísono. Pero también se ha demostrado que históricamente estas empiezan de nuevo a divergir tan pronto la crisis comienza a ser superada.
 
La empresa Fidelity Investments elaboró un estudio al respecto para el período 1970-2009. Encontró que para todos los períodos de uno, tres, cinco y diez años, un portafolio global de acciones superó a uno integrado solamente por acciones norteamericanas. La volatilidad alcanzó su mínimo cuando las acciones internacionales sumaron 40% y los mayores beneficios en reducción de volatilidad se obtuvieron para el rango 25%-50%.

No sobra advertir que aunque invertir internacionalmente efectivamente reduce la volatilidad del portafolio  a largo plazo, en períodos cortos puede suceder cualquier cosa.   
 
Un buen sitio para comenzar puede ser el fondo “IShares MSCI ACWI” (ACWI), invertido en cerca de 1200 empresas que representan aproximadamente el 85% del mercado mundial (el 15% restante representa las empresas más pequeñas). Cerca del 50% son norteamericanas, 40% de países desarrollados, y 10% de países emergentes (cabe anotar que hoy en día las grandes empresas derivan parte importante de sus ingresos en las diferentes partes del mundo).
 
Invierte de acuerdo con el índice “MSCI All Country World”, que pondera a sus componentes de acuerdo con su capitalización’; maneja activos cercanos a $6500 millones de dólares, su costo de operación es de 0.33%. Fue creado en marzo de 2008 y su rentabilidad anual en cinco años ha sido ha sido de 10.4%.    

Compartir post