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El cambio climático es un proceso natural que se da en la variación de periodos fríos a calientes, y a su vez es una de las problemáticas más urgentes que el mundo enfrenta actualmente debido a la actividad realizada por el ser humano. De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial, hay un 50 % de probabilidades de que, en los próximos cinco años, la temperatura media anual del planeta supere transitoriamente en 1,5 °C los niveles preindustriales. Estos cambios están en un ritmo acelerado, debido al crecimiento de las emisiones de efecto invernadero, lo cual enciende una alarma y llamado a la estabilidad y funcionamiento del planeta.

Actualmente, la agricultura es responsable del 22 % de las emisiones globales de CO2, aproximadamente, es por ello que se destaca la urgencia de buscar soluciones innovadoras que ayuden a mitigar esta situación. Un ejemplo de ello son las prácticas agrícolas que reducen las emisiones de carbono, las cuales contribuyen significativamente a combatir el cambio climático.

Organizaciones como BASF, han adherido a sus objetivos contribuir a un mundo más sostenible con acciones como el Programa Global de Agricultura Baja en Carbono, el cual permite a los agricultores hacer un seguimiento y, al mismo tiempo, obtener compensación financiera a través de prácticas que reduzcan las emisiones de CO2. En este sentido, se apoya el compromiso de la División de Soluciones para la Agricultura de la compañía para reducir en un 30 % la huella de carbono por tonelada de cultivo producido hasta 2030 para trigo, soja, arroz, canola y maíz.

El Programa, además, promueve prácticas agrícolas sustentables y la optimización del uso del portafolio de la industria por los agricultores -desde semillas, traits, productos químicos y biológicos de protección de cultivos, hasta herramientas de agricultura digital y soluciones de gestión de fertilizantes-. De igual forma, las herramientas de sustentabilidad son utilizadas para orientar y evaluar las mejoras, ayudando a los agricultores a tomar decisiones asertivas, reduciendo las emisiones en la agricultura y capturando más carbono en el suelo. Por otro lado, se creó una estructura global para que los agricultores puedan generar créditos de carbono de certificadoras reconocidas obteniendo ingresos adicionales que les permitirán una segunda fuente de ingresos, resultante de sus esfuerzos de reducción de carbono.

El lanzamiento de un Programa Global de Agricultura Baja en Carbono es una muestra del compromiso de la industria química con el desarrollo de una agricultura sustentable. Este programa permitirá a los agricultores de todo el mundo aumentar la salud de sus suelos, reducir las emisiones, capturar carbono y, al mismo tiempo, ser recompensados por sus esfuerzos de sustentabilidad en la lucha contra el cambio climático.

¿Quieres saber más sobre cómo creamos química para un futuro sostenible? Escúchanos en nuestro Podcast Cuestión de Química, disponible en Spotify, Apple Podcast y Deezer o escríbenos a comunicaciones-bcn@basf.com

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