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Una de las noticias mas importantes en temas de historia y cultura este año ha sido la oportunidad para los bogotanos y en general para los cundinamarqueses de conocer detalles de su origen. Esto se da gracias al hallazgo arqueológico “Nueva Esperanza” ubicado cerca al Salto del Tequendama, el cuál permitirá tener una amplia información científica que explique nuestros orígenes.

Se conocerán datos importantes sobre nuestras tradiciones y costumbres. Gracias a esta excavación arqueológica vamos a saber ¿de qué se alimentaban?, cuál era la base de alimentación?, qué enfermedades padecían?, ¿cómo enterraban a los muertos?, ¿cuál era la organización social?, ¿cuál fue el origen de nuestra economía?, ¿cuáles eran las manifestaciones artísticas?, un sinfín de interrogantes que permitirán conocer más allá de las tradiciones. También se podrán ex plorar curiosidades y detalles más finos como: ¿Por qué a las mujeres nos gustan tanto los accesorios?, ¿porque la arepa y el maíz se aferraron tanto a nuestro día a día?, ¿por qué nos gustan tanto las ollas, las artesanías y las vasijas de barro?, entre otras.

«Encontraron una gran aldea indígena en la que parece habitaron hasta 2.000 personas, en su momento de mayor auge».

Pero ¿cómo comenzó todo este descubrimiento? en el 2010 cuando un grupo de arqueólogos llevaba a cabo excavaciones en el lugar donde se planeaba construir una gigantesca subestación eléctrica, comenzaron hacer sus estudios y fue allí cuando descubrieron en este lugar, no solo algunos restos, sino que encontraron una gran aldea indígena en la que parece habitaron hasta 2.000 personas, en su momento de mayor auge, y la cual fue habitada durante diferentes periodos y por más de 1.500 años.

Este, considerado el descubrimiento arqueológico más importante del país, logró recuperar más de 16 toneladas de material arqueológico, entre objetos de barro cocido, piedras, restos y oro.

Los restos hallados determinaron también diferentes tipos de construcciones, las cuales nos muestran algunos rasgos de su calidad de vida y la jerarquía que había entre ellos, algunas construcciones servían como viviendas, otras como talleres, otras como basureros y otras como espacios religiosos. Su cotidianidad era rodeada de animales, que se deduce por la cantidad de huesos de mamíferos hallados en la excavación.

Los animales fueron objeto de ofrendas a sus muertos para el viaje al mundo del mas allá. En estos pueblos indígenas, no existían los cementerios, sus muertos eran enterrados cerca a sus casas o al interior de ellas para conservar los lazos con los antepasados.

Es importante para nosotros también saber que nuestros antepasados al igual que la religiosidad, la comida era su prioridad. Es fascinante saber que no solo consumían maíz, papa, yuca y cebolla, sino que también consumían recetas más elaboradas presentes en nuestra dieta como el tamal, el cocido, los frijoles y hasta chocolate, como lo señala Sebastián Rivas Estrada, el director de la excavación.

«Los animales fueron objeto de ofrendas a sus muertos para el viaje al mundo del mas allá».

La excavación también permitió también conocer las practicas sociales y concluir que nuestros antepasados indígenas les gustaban las celebraciones y los eventos. Nuestros ancestros hacían fiestas para repartir sus riquezas y para despedir a los muertos.

Esto es una mirada rápida de lo que podemos entender hasta el momento gracias al   hallazgo, pero a finales del 2020 se abrirá el museo MANE, donde reposaran 608 restos humanos, 107 piezas cerámicas, 26.412 restos óseos de animales, 26.225 artefactos en piedra, 483 volantes de uso, 46 ornamentos de collares y 49 piezas orfebres entre otros.

«Nuestros ancestros hacían fiestas para repartir sus riquezas y para despedir a los muertos».

Una vez se tengan estas piezas, universidades tanto colombianas como extranjeras comenzaran su labor investigativa para entender todos los detalles que hay detrás y por medio de estudios  entender detalles de lo sucedido en la región del Tequendama desde 400 a.C. hasta 1.600 d.C., una verdadera oportunidad para entender de donde venimos y quienes fueron nuestros antepasados y que nos queda genéticamente de ellos, porque a pesar de que después de la llegada de los españoles tuvimos grandes mezclas, esta genética se sigue heredando por muchas generaciones más.

 

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