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GE busca que a 2030 la matriz energética de Colombia esté compuesta en un 20% por energías renovables no convencionales. Entrevista a Eduardo Jaramillo, CEO de GE Colombia.

Eduardo Jaramillo, CEO, GE Colombia.

Eduardo Jaramillo, CEO, GE Colombia.


El sector de la energía eléctrica tiene ante sí la inmensa responsabilidad de reactivar la economía colombiana. Aunque en el país poseemos una de las matrices energéticas más limpias del mundo —donde el 68% de la capacidad instalada proviene de fuentes renovables de energía eléctrica— la misma requiere ser diversificada para que tengamos mayor confiabilidad y menores costos, además de un menor impacto climático.

Es una batalla diaria para GE Colombia, desde que Eduardo Jaramillo asumió la dirección ejecutiva en 2015. Con el lema “Building a world that works”, la compañía quiere poner de manifiesto toda la capacidad de la tecnología para promover el desarrollo acelerado y estratégico de energías a base de gas y renovables.

Es algo que puede cambiar la trayectoria del cambio climático y ofrecer un camino para reducir las emisiones de CO2 en el corto plazo, asegura Jaramillo, quien hace una invitación a que más y más participantes contribuyan a desarrollar proyectos en Colombia.

Sus metas son ambiciosas: “lograr que, en los próximos 7 años en el norte de Colombia, se generen de 3 a 5 gigas de energía y que para 2030 la matriz energética del país esté compuesta en un 20% por energías renovables no convencionales”, dice. “Para esto, también se requiere acelerar la estructuración de las líneas de transmisión, logrando la generación de energía necesaria para el país y sus exportaciones”.

 

¿Qué resalta de la transformación energética en el país?

Colombia es uno de los países con mayor porcentaje de energías renovables del mundo. En este momento, con la construcción del megaproyecto de la hidroeléctrica Ituango, una de las más grandes en Latinoamérica, las perspectivas son aún mejores. Este es quizá, uno de los pocos proyectos de esta envergadura, 2.4GW —aproximadamente 15% de la capacidad instalada de Colombia— que empezarán a generar energía en la región en los próximos años.

 

¿De qué manera Colombia puede cumplir su meta de aumentar la capacidad instalada a 2.500 MW de energías renovables en los próximos dos años?

El país hizo una apuesta muy importante en la transformación energética, invitando al mundo inversionista a que apostara por las energías renovables no convencionales.  Nuestro objetivo es colaborar con Colombia. Además del liderazgo en las distintas fuentes de generación eléctrica, desarrollamos tecnología de redes para absorber la intermitencia de las nuevas fuentes de generación renovable y reforzar su estabilidad. El sector de energía eléctrica tiene ahora el reto de convertirse en factor fundamental de la reactivación económica que requiere Colombia. Además de mantener una matriz diversificada y confiable, debe pasarse por a una etapa post-Covid.

El sector de energía eléctrica tiene ahora el reto de convertirse en factor fundamental de la reactivación económica que requiere Colombia.

¿Qué cambios ha dejado la pandemia en la industria energética?

Sin duda, la industria energética ha sufrido impactos, pero no solo en Colombia. Con la disminución de la demanda energética por el paro de algunas actividades, se vieron afectadas las programaciones de las plantas, y algunos proyectos o inversiones tuvieron que posponerse.Frente a este contexto, no hemos dejado de prestar servicios a nuestros clientes. Hemos dado soporte para el mantenimiento de centrales térmicas, así como la continuidad en la construcción y montaje de nuevos proyectos. En el largo plazo esto puede significar que la compañía busque desarrollar más centros de suministros, evaluando siempre las variables económicas y de disponibilidad, cercanía y demanda en cada región.

 

¿Cómo se proyecta GE para contribuir con esta transformación energética de Colombia?

El desarrollo de tecnología y la inversión a largo plazo juegan un papel clave en nuestra estrategia a futuro. De esta forma podremos mejorar los procesos de transferencia de tecnología y recursos, a la vez que nos convertimos en una compañía cada vez más competitiva. Nuestras tecnologías de monitoreo nos permiten prever fallas y tener un impacto significativo en la eficiencia de los equipos y de la producción. Las soluciones que venimos desarrollando desde hace años de la mano de nuestra unidad de GE digital tendrán un rol fundamental en la “nueva normalidad”.

 

Encaminados a la diversificación de la matriz energética de Colombia, ¿qué inversiones se prevén?

Los incentivos que ofrece el gobierno colombiano para fomentar la instalación de nuevas fuentes de generación de energía han demostrado su efectividad, garantizando un suministro confiable y seguro del servicio eléctrico ante fenómenos climáticos. Al inyectar más energía, estas deberán ser actualizadas y mejoradas. En esta línea, en GE contamos con Grid Solutions, subdivisión de la unidad de negocio GE Renewable Energy, donde contamos con tecnología para colaborar en este sentido. La implementación de más y nuevas soluciones digitales, que permiten el monitoreo remoto, la prevención de fallas serán sin dudas algunos de los aspectos más importantes de cara al futuro.

 

¿Cómo imagina GE la industria energética del futuro?

Las energías eólicas y solares crecerán más aceleradamente en la próxima década, debido a la competitividad de costos, tecnología y escala. El Gas, tendrá un rol vital pero cambiante, proveyendo energía más flexible, capacidad de despacho, competitividad, confiabilidad y menor emisión de CO2. El almacenamiento y las soluciones híbridas, emergen permitiendo la capacidad de despacho de carga base de Renovables. La energía nuclear permanecerá como una fuente clave de generación sin carbono con pequeños reactores modulares, lo que hará decrecer los costos. La red (grid) tendrá un rol crítico para el desarrollo de la diversidad de la matriz.

 

¿Cómo se alinea la estrategia de GE con la adaptabilidad post COVID-19?

Durante la fase de recuperación, nuestras prioridades continuarán siendo proteger la salud y la seguridad de nuestros colaboradores y sus familiares al mismo tiempo que continuamos apoyando a nuestros clientes. En adelante, nuestro modelo operativo y estratégico se centrará en tres escenarios: Uno, la adaptación y reacción rápida frente a las situaciones inesperadas; dos, fortalecernos desde cada negocio y aumentar a diario la entrega de valor al cliente, alineados con su necesidad y la demanda de energía en el país; y tres, operaciones innovadoras y responsables frente al cambio climático, desde cada unidad de negocio de GE que nos conduzca a la neutralidad de carbono, como meta en el 2030.


 

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