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Foto Cámara Lúcida

Este es Juan Carlos Diaz, gerente de Risk and Protection. Foto Cámara Lúcida.

Hombre altamente inspirador es Juan Carlos Díaz, fundador y gerente de Risk and Protection, una firma aseguradora colombiana. Se forjó un buen futuro con una acción de buena fe que realizó cuando tenía 15 años.

“El que es comedido come de lo que está escondido”. Ese refrán lo escucho desde que estaba pequeño y resalta el valor de ayudar a otras personas, ojalá (agrego yo) sin esperar nada a cambio sino por el simple placer de servir, como debe ser. Pero las recompensas siempre llegan. Así funciona la vida.

Y creo que el dicho aplica perfectamente a esta historia que me contó el empresario Juan Carlos Díaz para el segundo volumen de mi libro Historias de Negocios Altamente Inspiradoras, próximo a salir al mercado:

En la vida alguien me estaba observando, sin que yo me diera cuenta. Lo que soy ahora me lo forjé varios años antes».

«Cuando tenía 15 años mi papá nos pidió a mis hermanos mayores y a mí que le ayudáramos a uno de sus patrones con un problema que tenía en el jardín de su casa, que se le había venido un talud sobre las flores.

Mis hermanos hacían esa clase de favores a los jefes de mi papá de forma gratuita. Pero en esa oportunidad dijeron: “no vamos a ayudarle esta vez”. Mi papá me preguntó que si yo lo haría y le pregunté quién era la persona. Resulta que era el señor más tacaño del mundo.

Yo vi a mi papá algo enredado con el asunto y acepté hacerlo por solidaridad.

Trabajé con esmero durante el sábado, el domingo y el lunes festivo con una pala, un pico y una carreta. El cuento termina cuando el lunes a las 8 de la noche, después de un trabajo muy arduo, terminé la labor y le dije a este señor que estaba listo todo. El me dijo que había hecho un buen trabajo y me cerró la puerta, prácticamente en la cara.

De ahí me fui a la casa y le dije a mi papá que todo había salido bien.

Cuando me gradué de bachillerato tres años después, no tenía ningún futuro porque no teníamos el dinero para yo matricularme en una universidad.

Y precisamente mi papá estaba hablando con el señor de la casa, al que yo le había arreglado el jardín, y le contó que yo me había graduado y que no tenía nada que hacer.

El señor preguntó si era el que le había ayudado tres años antes. Y ante la respuesta afirmativa exclamó: ese muchacho es muy bueno. Hizo un excelente trabajo. Lo recuerdo muy gratamente.

Resulta que el patrón de mi papá en la finca en esa época era el vicepresidente de una compañía de seguros muy importante y llamó al presidente y le pidió que me diera un muy buen trabajo.

Dos días antes de irme a Segovia me llamaron para trabajar en esa compañía de seguros en el área de siniestros de automóviles y ahí empezó mi camino de proyecto de empresa sin darme cuenta”.

Hoy, tras seguir el camino que le trazó ese suceso, Juan Carlos tiene una empresa creciente, que acaba de ampliar su sede en Envigado, Antioquia.

Si les gustan las buenas anécdotas que traigan enseñanzas, van a encontrar muchas como esta en el primer volumen de mi libro Historias de Negocios Altamente Inspiradoras, disponible en Panamericana, Librería Nacional, Exito y Carulla de todo el país; y de forma virtual en esta tienda de Internet de Cosmovisión o en Coordiútil.

Finalmente, los dejo con esta entrevista que le hice, en mi programa de televisión Negocios, a Juan Carlos Díaz hace cuatro años, en la que cuenta cómo se hizo emprendedor y cuál es su filosofía de vida. Se que les va a encantar y les va a inspirar. Espero sus comentarios en este mismo post, en mi cuenta de Twitter @Juancarlosy y en mi correo juany@agenciastm.com

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