Ingresa o regístrate acá para seguir este blog.

Por fin y con mucha emoción veo que el proceso de paz está dando los resultados que esperaba y que analicé en mi post “Reflexionemos sobre la Paz”. Si tuvieron la oportunidad de leerlo sabrán que yo no estaba esperando un país totalmente en paz y que según los estudios que consulté en ese entonces, nuestro problema de violencia va más allá, sin embargo hoy mis queridos compatriotas, la corrupción ocupa todos los titulares de los medios, la gente empieza a cuestionarse sobre los conflictos de interés que rodean al estado y demás, por fin estamos debatiendo el verdadero problema de nuestro país, aquel que nos ancla al tercermundismo, aunque Santos no es Santo de mi devoción, especialmente por el fiscal que nos dejó, al menos puedo reconocerle que gracias al proceso de paz, hoy cuestionamos la corrupción.

Los eufemismos del debate.

Hay muchos temas que en este país nunca se habían hablado y estoy empezando a ver que hay muchos intentos de confundir a la opinión pública, contradicciones y muchísima doble moral con respecto a lo económico y lo político para lo cual es totalmente necesario, informarse, mantener el temple y el criterio, ya que los políticos están saltando de un extremo a otro en su discurso, los de derecha clientelista a veces suenan cómo un régimen y los de izquierda a veces esgrimen argumentos de capitalismo y libre mercado, por supuesto todo queda en el discurso.

Las incoherencias de la derecha clientelista.

Habiendo ganado las elecciones, la derecha clientelista empieza a mostrar su incoherencia por el lado que les comenté en mi análisis de las propuestas económicas de Iván Duque, su discurso fue plantear que Santos era de izquierda y que ellos son opuestos a Santos, pero tal cual lo analicé su discurso es el mismo y sus incoherencias surgen en que básicamente están haciendo lo mismo del gobierno anterior, sin dejar de lado que en muchos casos dejan claro su talante totalitarista, totalmente opuesto al libre mercado y la libertad de expresión. Un ejemplo de esto es tratar de intimidar con denuncias de pánico económico a todo el que opine sobre el tema de AVAL y Obredecht cuando en la mayoría de las declaraciones están cubiertas por el riesgo reputacional, que se ha hecho evidente en medios internacionales cómo Bloomberg o las mismas investigaciones abiertas por el gobierno estadounidense. En ese punto muchos clientelistas que creen que su derecha tercermundista se iguala a la derecha capitalista se llevaron una doble bofetada en estos días, por parte del capitalismo. Una se las dio Wall Street y otra las autoridades del país del norte. Y no dejemos de lado que los mismos que criticaron a Santos hoy se rasgan las vestiduras por defender a su fiscal y guardan silencio ante la entrega de una parte de nuestros tesoros (Galeón San José) a los españoles, mientras que, en otro incidente similar, la pérdida del mar con Nicaragua, fueron los primeros en protestar; incoherencias y más incoherencias a este punto llega la montaña de mentiras con la que han construido su discurso.

A esto debemos sumarle las posiciones anticapitalistas que muchos analistas tomaron solo para buscar aceptación y cada vez más ascender en la rosca, esto, en mi opinión muestra simplemente que se vendieron, que ahora entienden como funciona realmente este país (algo que hice hace mucho tiempo), pero que a diferencia de muchos de mi línea de pensamiento, decidieron agachar la cabeza y adaptarse a este entorno, en lugar de levantar la mano y hablarle con transparencia al público respecto a los problemas que el clientelismo le trae a Colombia.

De todas formas, no los juzgo, de algo tienen que vivir, y no puedo aspirar a que todos tengan las oportunidades que a mi me ofrecieron personas de países desarrollados y con una cultura propiamente capitalista, esas oportunidades no las ofrece este país y supongo que por eso muchos se someten a la rosca, desde mi posición siempre defenderé el libre mercado y la libertad de expresión propias del capitalismo tomando como ventaja, que no dependo de la rosca clientelista para progresar en la vida.

Las incoherencias de la izquierda

Naturalmente tampoco creo en los políticos de la izquierda, en general no creo en ningún político. Del capitalismo aprendí que nuestro rol como ciudadanos si queremos un verdadero progreso económico es de control y no de alabanza, desde esa perspectiva de desconfianza es que siempre analizó a los políticos y las implicaciones económicas de sus acciones y por eso no dejó de llamarme la atención que muchos allegados de la Colombia Humana y de otros sectores de la izquierda, estaban esgrimiendo argumentos puramente capitalistas; por ejemplo vi Jorge Robledo preocupado por el futuro de multinacionales cómo Coca-Cola o de ABInBev quienes expresaron su inconformidad con la forma como los impuestos pueden golpear al consumo, algo que todos los que entendemos el consumo como columna vertebral del capitalismo hemos dicho pero ¿Robledo? El nacionalista, el que vive quejándose de cómo las multinacionales como la Drummond explotan nuestros recursos y bla bla bla, suena bastante incoherente y deja en evidencia que la izquierda en Colombia tiene la misma capacidad que la derecha clientelista, para transmutar su discurso.

Aun así, considero importante que un discurso coherente de derecha liberal y capitalista retome las riendas de los debates de Robledo, que por cierto nunca llegan a nada, cómo por ejemplo Reficar, Baldíos, el Metro de Bogotá, ISAGEN y Obredecht y aunque intente echarse flores sobre este último todos tenemos claro que es la presión de los estadounidenses la que está llevando el tema de Obredecht más lejos.

Ahora hablemos de algunos allegados a la Colombia Humana que bordearon la línea entre el pánico económico, la libertad de expresión y el riesgo reputacional. También llamó mi atención cómo, al igual que yo, estaban basando todas sus opiniones en lo reportado por medios especializados como Bloomberg respecto al caso de Aval y Obredecht, esto llevó a un intento solapado del supervisor financiero de amedrentarlos con denuncias de pánico económico (¿Por cierto supervisor dónde estaba usted cuándo el Centro “Democrático” empezó a decir que Colombia estaba quebrada?), pero al usar al mismísimo Wall Street como fuente sus comentarios quedan amparados en el riesgo reputacional, algo bastante incoherente por parte de la izquierda que cree que los trabajamos en temas relacionados con la bolsa somos ladrones, estafadores y demás.

A pesar de esto vale la pena anotar que Petro, a diferencia de sus afines, fue más allá de expresar sus opiniones, y la justicia debería determinar si sus declaraciones en el congreso con respecto a las repercusiones de las investigaciones contra AVAL por parte de los estadounidenses sí van a repercutir en todo lo qué él está especulando (para variar aquí el supervisor nuevamente brilla por su ausencia, levanta la mano cuando no es y se calla cuando debería levantar la mano) ¿Va a recibir AVAL un impacto económico lo suficientemente grande que haga tambalear nuestro sistema de pensiones? Petro está insinuando que Estados Unidos va a multar a AVAL de la misma forma que a Obredecht, eso no es tan así, la multa que les impusieron fue por delinquir por todo el continente y el 80% es una indemnización para Brasil. Las investigaciones a AVAL se limitan a Colombia, y estoy muy seguro qué el país va a abogar para que la multa sea moderada o baja, en que caso de que allá lugar a ella, razón por la cuál no veo el impacto económico que especula Petro y mucho menos la relación que tiene eso con las pensiones.

Colombia Bizarra.

Así es mis queridos compatriotas, Colombia está al revés los analistas de bolsa toman posiciones a favor de los oligopolios (al menos a los que les caen bien porque a Avianca si veo que le dan duro) y contradicen a Wall Street; los que ayer decían que Santos le entregó el país a la “FAR” hoy valoran el trabajo del fiscal de Santos y creen que sí Iván Duque cede nuestro patrimonio está bien (Galeón San José) pero si lo hace Santos está mal (Mar ahora de Nicaragua). La oposición de esta gente que en muchos casos juega simplemente a oponerse por oponerse, usa el mejor discurso anti clientelista que puede existir, el capitalismo, y a través de él, aboga por las multinacionales, el libre mercado y la libertad de expresión.

¿Entonces la izquierda es la derecha y la derecha es la izquierda? Por supuesto que no, esto no es más que palabrería de políticos y una prueba más de su capacidad de “adaptación” y su discurso camaleónico que solo busca sumar simpatizantes ingenuos, por eso hay que informarse, para que sus incoherencias no pasen desapercibidas además de desarrollar el criterio suficiente para reclamárselas, pero no todo es malo, está bien este país entre todas estás discusiones esta al revés, pero vean el lado positivo, al menos no sigue igual.

Jarek Duque

Inversiones y Consultorías

Twitter: @JarekDuque

Facebook: JarekDuque

Web: http://jarekduque.com/

Compartir post