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El novelista dramaturgo Wolfgang Goethe, decía que “aquel que pierde el tiempo es suicida”, frase que cobra mucho sentido en estos tiempos donde la gente va de prisa y a veces no tiene conciencia del valor del tiempo propio y de otros.

¿Te has puesto a pensar cuánto tiempo o meses tienes en tu bolsa vital? ¿Qué harías si hoy fuera tu último día? ¿Eres consciente del valor del tiempo tuyo?  ¿Cuidas el tiempo de los demás o eres una persona que va por la vida, haciendo citas que no vas a cumplir? ¿Cómo te sientes cuando tienes una cita programada y alguien te llama a último momento y te cancela?  ¿Si te pagarán por cada minuto de tu vida, que habito negativo abandonarías?.

En fin son muchas las preguntas que te podrías hacer sobre este tema.   Hace años escuche decir a las abuelas “que el tiempo que se pierde, los santos lo lloran».  Creencia popular que abriga un mensaje poderoso.    El tiempo corre y la vida pasa.

A veces no somos tan conscientes de que el tiempo es oro y que hay cosas que en la vida se pueden recuperar y otras como el tiempo que no volverán.   Así que hoy en día, es  clave  aprender a gestionar el tiempo, ya que cuando lo haces gestionas vida.

En esa onda, existen en la sociedad los llamados ‘ladrones del tiempo’, que pueden estar vestidos de traje y otros que se presentan en hábitos, creencias, aparatos digitales, redes sociales, aplicaciones de última tecnología, que se roban el tiempo.

En el tema de los vestidos de traje, existen algunas personas que sin conciencia no respetan el tiempo de ellos mismos, ni de los demás.  Entonces olímpicamente no llegan a la cita, o cancelan sobre la cita misma.  Sin tener en cuenta que esto es una falta de respeto por otro ser humano.  Es verdad, que todos podemos tener contratiempos de última hora. Pero no siempre se puede excusar el hecho en esos contratiempos.

Algunos adoptan la actitud de me importa un ‘pepino’ tu tiempo, sino, valoro el mío como voy a valorar el tuyo.

¡Cuidado!.  Robar el tiempo de los demás, es robarte a ti mismo.  Es sabotear tu conciencia.   Ya que luego, aunque creas que pasaste por encima de otro, tu mente subconsciente (parte de la mente que responde por las funciones vitales del cuerpo, como la respiración y que alberga las experiencias de la niñez, que luego se recrean en tu vida adulta) te podría sabotear.

Uno de los  mandamientos de la ley de Moisés, dice no le hagas a otros, lo que no quieras que te hagan a ti, sin embargo, se nos olvida que todo lo que hagamos se devolverá de una u otra forma. Poca conciencia existe en algunas personas de estos principios básicos de la vida.

Entonces para dejar de tocar el tambor de cualquier cosa que te haga perder el tiempo, incluido aquellas personas tóxicas que no te aportan en tu crecimiento personal y que se convierten en un palo en la rueda, es urgente que tomes conciencia de lo que haces con tu tiempo.

Muchas veces, esos ladrones están en nuestra vida por nuestro consentimiento.  Esas personas pueden ser aquellas que te hacen llorar, porque te han sido infiel, aquel que te maltrata, aquella o aquel que no puede ver su valor propio y por lo tanto jamás vera el tuyo, aquel que te critica, que no puede ver lo bonito que habita en ti y por lo tanto no vera lo que habita en su Ser.

Te invito a que tomes conciencia del valor del tiempo, ya que está atado a la prosperidad.  Aquel que no valora el tiempo del otro, poco se valora así mismo.   Es hora de honrar la palabra y actuar con coherencia, es verdad, que no somos perfectos, pero cada día podemos ser mejores seres humanos, con nuestros pequeños actos de bondad.

También te invito a que hagas una profunda reflexión sobre los momentos en que has sido sido tú el ladrón del tiempo de otro o quizás tu propio ladrón.   Esto tampoco significa que ahora no atiendas a los que té lo solicitan y que dones del tiempo tuyo a los demás.     No por mucho madrugar, amanece más temprano, sin embargo, el tiempo está en tu bolsa vital.

¿Qué haces con tu tiempo?

El tiempo es oro, así titule hace años un reportaje que realice en el diario el país de Cali, cuando era redactora económica.      La economía pierde, por esos retrasos, citas que no se cumplen, llegadas tarde, demoras en la atención, más de $13 billones, según algunos estudios económicos.

A veces,  estos ladrones nos roban el tiempo con nuestro consentimiento.  Si dejamos que estos ladrones del tiempo se parqueen en la vida, entonces el equilibrio natural se alterará.  Algunos de estos ladrones provienen del exterior y otros los generamos en nuestro mundo interior.

 

  1. No saber decir No. Aceptar solicitudes o pedidos que no te aportan nada y que te hacen perder el tiempo. Acá hay un doble saboteo, porque por un lado, cuando dices si a algo que no deseas, te estas saboteando y por el otro lado, estás forzando tu naturaleza.

 

  1. No tomar decisiones. Quedarte en el análisis y paralizado.  Esperando a tener la información necesaria, o por miedo a decirle alguien no, o perder algo, o el temor a que te juzguen o rechacen.

 

  1. No te aprueben. La verdad, es complicado esperar la aprobación de los demás.  La principal aprobación es la tuya.   Es loco, pensar que por más que te esfuerces, evitarás que los demás hablen de ti, o se hagan una idea preconcebida de ti.    No puedes taparle la boca a nadie.  Así que lo único que puedes hacer es tomar las decisiones que te favorezcan a ti, claro con sabiduría, humildad, carácter y amor propio.

 

  1. No tener las ideas claras sobre lo que quieres y lo que esperas, tus metas. Cuando no se tiene claro lo que se desea, cualquiera puede subirte en su bus.   Hay que planear en el corto, mediano y largo plazo.  Los objetivos deben estar definidos.

 

  1. Las redes sociales, el celular, y los whatsapp. Te has dado cuenta que debes estar pendiente a cada minuto de lo que sucede en el mundo del ciberespacio.  Y por estar en ello, pierdes tu foco.   Respondiendo mensajes, observando lo que te escriben todo el día, mirando las aplicaciones de moda, en fin…  Establece horarios para ponerte al día en las redes, pero fija un tiempo.

 

  1. Carencia de enfoque. El exceso de trabajo, el estrés, la falta de sueño puede pasarte la factura.    Entonces valora cada minuto en que estas enfocado, aprende a estar presente en el aquí y el ahora.

 

  1. La mala comunicación. El mundo de las interpretaciones, está a la orden del día, hay gente que hace juicios preconcebidos de las cosas de acuerdo a sus creencias y sin escuchar al otro podría estar descalificándolo.  Es importante que seas claro con lo que deseas y cuando no entiendas algo pregunta.  Asegúrate de que el mensaje es claro para los interlocutores.   Uno de los síndromes de la baja productividad en las empresas tiene que ver con comunicación. Esto incide en las emociones corporativas, el clima, cultura y crecimiento empresarial.

 

  1. El síndrome de las ‘reunionitis’, es común escuchar a ciertos personajes que todo el día se la pasan de reunión en reunión, por aquello que esto dizque da estatus. Es importante evaluar la necesidad de la reunión y tener un plan de trabajo, sobre los temas a tratar. Definir un tiempo y luego proceder al desarrollo de la misma.    Hay que tener un objetivo claro y generar espacios productivos. .

 

La pregunta del Coach: giovannafuentes@yahoo.com

¿Cómo tramitas tu tiempo?

¿Qué haces para honrar tu palabra?

¿Qué compromisos cumples contigo mismo y los demás?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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