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Desde que apareció el concepto de la inteligencia emocional, también llegaron nuevos conceptos, como el de las habilidades blandas, que tiene que ver con el desarrollo del cerebro derecho, es decir con lo intuitivo, creativo y emocional.

Por lo tanto, se llama habilidades blandas, al desarrollo de competencias para conectar a las personas con su capacidad intuitiva y emocional, es decir con aquellos atributos transversales que están implícitos en el ser humano y que en la mayoría de la población no está potencializada.  Estas habilidades corresponden a la comunicación asertiva, la escucha activa, la empatía, el rapport, la inspiración para que otros te sigan, aprender a trabajar en equipo, entre otros.

Las habilidades blandas están relacionadas con el cerebro derecho, mientras que las habilidades duras tienen que ver con la capacidad cognitiva, conocimiento, todo lo lógico y racional.  Durante mi carrera como periodista y Coach he observado que en un porcentaje importante  de las personas, habitan más en el cerebro izquierdo, y por ello, cuando se habla de intuición, creativa, liderazgo,  espiritualidad no religión,  conexión con los otros seres humanos, no lo comprenden.  Solo se dejan llevar por el cerebro reptiliano, el primíparo, el del placer, la competencia aguerrida, resultados  entre otras acciones que tienen que ver con la sobrevivencia.

En un mundo en el que la inteligencia artificial gana terreno, cada vez es más importante lo que se conoce como inteligencia emocional, en especial sector empresarial para que el capital humano, sea valorado, apreciado y tratado con respeto, agradecimiento y reconocimiento, para que se logren resultados extraordinarios a nivel de la productividad y de las utilidades .

“La habilidad y la paciencia pueden triunfar donde la fuerza haya fracasado”.

-Esopo-

Habilidades de un verdadero líder:

  1. Empatía, una de las habilidades blandas del líder

La empatía es una habilidad imprescindible en un buen liderazgo. Si se entiende a un líder como aquel que es capaz de sacar lo mejor de quienes están bajo su guía, es claro que sin empatía es imposible ejercer ese papel.

La empatía es la capacidad para entender el punto de vista del otro, en sus propios términos. Sirve como una especie de termómetro para saber cómo tratar e inspirar a los demás. A través de ella se pueden ver, pero también comprender, las debilidades y fortalezas de otros. Esto es básico para sacar lo mejor de cada persona.

  1. Habilidad de comunicación

La destreza en la comunicación es una de las habilidades blandas más importantes en un líder. No basta con tener buenas ideas o iniciativas fabulosas, sino que también hay que saberlas comunicar. El objetivo es hacerse entender y motivar.

Encontrar las palabras adecuadas para comunicar un mensaje es decisivo. Una buena idea pierde mucho de su esencia si no se sabe explicar o promover. Así mismo, una crítica o algún aspecto negativo son mucho más fáciles de sortear y resolver si se acude al lenguaje apropiado.

  1. Motivación e inspiración

Motivar e inspirar a un equipo de trabajo es una labor compleja. Para ello es necesario poner en juego varias habilidades blandas a la vez. En particular, la capacidad para comunicar emociones y lograr que otros las comprendan y las compartan. De hecho, esto va más allá de la comunicación y entra en el terreno de la expresión.

Generar inspiración en otros es aún más difícil. El camino ideal para lograrlo es el ejemplo. Se inspira a los demás con los gestos y las acciones, más que con las palabras. Para lograrlo es esencial que haya congruencia en el pensamiento, la palabra y la acción. Esta coherencia forma parte del mundo de la ética y no nace, sino que se desarrolla.

  1. Escucha activa

Se podría decir que esta es la base de todas las habilidades blandas. Resulta muy difícil llegar a ser un buen líder si no se tiene la capacidad de escuchar a los demás. Los puntos de vista ajenos no solo enriquecen la propia labor, sino que además son fuente de inspiración para encontrar nuevas ideas y soluciones.

La escucha activa, como la frase lo indica, es participativa. Esto quiere decir que no se limita a guardar silencio mientras otro habla. Implica atender en realidad a lo que dice e incluso ir más allá y saber leer lo que sugiere la atmósfera común. También, por supuesto, supone ofrecer respuestas a lo que otros plantean.

  1. Trabajo en equipo

El trabajo en equipo es uno de los ámbitos que exige un buen desarrollo de las habilidades blandas. Cuando se realizan actividades con otros, casi siempre cuenta más la buena disposición y la capacidad de adaptación que los mismos conocimientos o experiencia.

Un equipo de trabajo no avanza ni evoluciona realmente si lo que prima es la competencia, el recelo o la desconfianza. Un grupo bien compaginado potencializa las habilidades individuales y permite crecer en conjunto. En esto es decisivo el líder. Una de sus funciones es precisamente la de facilitar las sinergias.

El mundo avanza hacia formas de producción, e incluso de consumo, que son cada vez más orientadas a lo colaborativo. Por eso las habilidades blandas se consideran un plus muy importante, tanto en un colaborador como en quien ejerce liderazgo. Todas ellas pueden desarrollarse y, de seguro, constituyen herramientas de gran valor para avanzar en el trabajo.

La pregunta del Coach: : giovannafuentes@yahoo.com

¿Qué clase de liderazgo ejerces en tu vida?

¿líder o jefe?

¿Qué atributos has decidido desarrollar en tu vida para convertirte en un líder verdadero?

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